Años atrás, sólo unos pocos -por no decir nadie- se atrevían a predecir un repunte tan fuerte de la oferta de Linux como sistema operativo OEM, similar a la que se vive hoy día. La realidad es que Windows Vista es el peor enemigo y se ha convertido en el mejor aliado de Linux en este singular momento. ¿Finalmente llegó la hora de adoptar el pingüinito en los escritorios? Las condiciones son favorables. |
Los requerimientos extremos de Windows Vista han dejado mal parados a muchos equipos, no sólo de los instalados, sino incluso de los que se ofrecen en los catálogos actuales, algo que ha obligado a los fabricantes a seguir ofreciendo Windows XP como opción y que ha favorecido a Linux, ya que se ha convertido en una opción de evolucionar sin tener que sacrificar el presente.
Retroceso y avances
La decisión de Dell de volver a ofrecer computadoras con Windows XP preinstalado --por petición de los clientes, según la compañía-- fue el primer síntoma de un movimiento retrogrado del nuevo sistema operativo de Microsoft. Posteriormente la compañía anunció que venderían PC con Linux, y para algunos entusiastas del software libre esto empezó a configurar una reacción que debió ocurrir tiempo atrás. En múltiples foros en internet esto se relató como un triunfo de la comunidad, pero más allá de eso --y desde un punto de vista estrictamente comercial-- se perfiló por vez primera una situación de clara ventaja para Linux.
Por un lado, Microsoft estaba destronando a su sistema estrella, ampliamente difundido y muy estable, Windows XP SP2. Los usuarios de casa contaban con numerosas aplicaciones para su sistema, altamente personalizado, y los hombres de negocios confiaban en él para mantener el flujo de caja. El anuncio de la muerte del sistema --con el fin del soporte en un futuro que no suena tan lejano-- incidió en el ánimo de los usuarios, que se sintieron en una especie de encrucijada tecnológica, necesitando de XP pero forzados a usar Vista.
Por su parte, Windows Vista, el sucesor de XP, había generado demasiadas expectativas que debía que satisfacer para poder suplantarlo. A pesar del gran esfuerzo de Microsoft, el lanzamiento de Vista estuvo varios meses por delante de la tecnología que debía sustentarlo. De hecho, aún hoy no termina de alcanzarlo. Estamos a la espera de un DirectX 10 que permita sacarle el jugo a Vista en la parte gráfica, por dar un ejemplo. Todavía hoy sigue siendo más coherente comprar un sistema para jugar con Windows XP que con Vista.
Por último, Linux experimenta un gran momento con instalaciones populares, como Ubuntu y Suse, con modernas versiones, menos ambiciosas en cuanto a hardware que su contraparte Vista, y con algunos de sus espectaculares efectos gráficos de interfaz.
Por primera vez el usuario no tenía que escoger entre Windows XP y Linux, ya que Microsoft se encargó de mudar esta pelea hacia Windows Vista. Se trataba de dos sistemas compitiendo con las mismas desventajas y ventajas: falta de programas, falta de soporte para dispositivos, modernas interfaces gráficas entre otras, pero con una gran diferencia en costo.
Algunos fabricantes vieron la oportunidad de vender sus equipos sin Windows, ya que el público, especialmente el de negocios, comenzó a instalar XP y descartar la licencia de Vista OEM. A la noticia de que Dell ofrecería Linux, se le ha sumado
La pelea, lejos de enfriarse, está tomando más impulso, y aunque Linux no destronará a Vista de un solo envión, sí está tomando terreno en la única área que hasta ahora le había sido esquiva. ¡Y todo gracias a Windows Vista!
Fuente: PC Wolrd
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