13 enero 2008

Un nuevo software permite crear mundos virtuales en 3-D a cualquier persona

TENDENCIAS21


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Los usuarios de Second Life podrán crear objetos en tres dimensiones sin
apenas saber informática


El Grupo de Mundos Virtuales de la Universidad de Stanford ha desarrollado
un software que permite a casi cualquier usuario crear objetos en tres
dimensiones para mundos virtuales como Second Life. Hasta ahora, las
herramientas existentes dejaban en manos de unas pocas personas, con
conocimientos técnicos o artísticos, ese trabajo, por lo que el despegue de
los mundos virtuales con profusión de objetos tridimensionales estaba un
tanto estancado. La esperanza de sus creadores es que este nuevo software,
llamado "Dryad", ayude a impulsar estos mundos en los que el ser humano
pueda interactuar. Por Raúl Morales.


Informáticos de la Universidad de Stanford han desarrollado una herramienta
que permite crear mundos virtuales, como Second Life, más fácilmente y de un
modo más realista. Esta herramienta dejará en manos de casi cualquier
usuario generar objetos tridimensionales para esos mundos virtuales.

El responsable de este proyecto es el informático Vladen Koltun, que fue
creador del <http://vw.stanford.edu/index.html> Grupo de Mundos Virtuales
de Stanford. Cuando se planteó como objetivo desarrollar una herramienta
capaz de crear objetos virtuales en tres dimensiones fácilmente, pensó en
empezar con árboles. El resultado final es, efectivamente, un software
llamado "Dryad" que tiene la funcionalidad de crear árboles tridimensionales
muy reales y en grandes cantidades. En la actualidad el programa se puede
<http://dryad.stanford.edu/download.php> descargar de Internet
gratuitamente.

"En el mundo, sólo un pequeño grupo de personas tiene los conocimientos
suficientes como para crear objetos tridimensionales", comenta Koltun en un
<http://news-service.stanford.edu/news/2008/january9/dryad-010908.html>
comunicado de la Universidad. "Ellos son los encargados de hacerlos todos,
por ese motivo es complicado ver objetos tridimensionales en la web".

¿Por qué empezar con árboles en lugar de con animales, humanos o edificios,
que son más importantes en mundos virtuales como Second Life? Koltun pensó
que los botánicos ya han catalogado y clasificado los árboles del mundo
"real" con gran detalle. Por ello, incorporaron todos estos datos a un
potente motor matemático capaz de crear árboles usando alrededor de 100
atributos diferentes, dando como resultado variables casi infinitas, tales
como el grosor del tronco, el tamaño de las hojas etcétera.

Los árboles son auténticamente en tres dimensiones. Es posible rodearlos o
verlos desde cualquier ángulo, casi como si fueran reales.

Sólo con el ratón

"Dryad" es una nueva e intuitiva forma de que usuarios particulares puedan
crear árboles virtuales únicos usando sólo el ratón del ordenador para
navegar a través de un "espacio de árboles", a los que se les puede cambiar
de apariencia cambiando de dirección.

El software de Koltun deja a los usuarios la posibilidad de moverse por un
espacio que contempla más de 100 atributos. El aspecto que muestra esta
herramienta es similar al de la que se usa en Google Maps para "visitar" las
calles de una ciudad. "Con "Dryad", se puede recorrer un espacio con todos
los árboles y, sencillamente, elegir el que queramos", comenta Koltun.

"Dryad" ha supuesto un auténtico reto y muchas horas de trabajo, para el que
se han tenido en cuenta diferentes aspectos. Por ejemplo, una importante
funcionalidad del software es que incorpora una técnica de intercambio de
información que lo mejora cada vez que un usuario elige un árbol
determinado.

Como en el mundo real, no todos los árboles son igualmente apreciados. Dado
que un usuario por él mismo no es capaz de mapear las mejores partes de este
enorme espacio con árboles, el trabajo se hace colaborando con otros
usuarios, permitiendo que el software se refine y mejore constantemente. Es
decir, cuantas más veces se elija un árbol, más completo quedará porque más
características se habrán ido añadiendo de este modo colaborativo.

Red social

El modelo matemático de "Dryad" empuja a los usuarios hacia aquellos árboles
semejantes a los que ya son "populares" para otros usuarios. Para Koltun,
los mundos virtuales deberían servir como una red social que nos permita
compartir espacios y participar en una determinada experiencia junto a otras
personas. " (En los mundos virtuales) se puede formar grupos ad hoc sin que
sea necesario ningún tipo de registro. Es posible acercarse a una persona o
a un grupo y empezar una conversación", afirma.

Otro de los motivos por los que el Grupo de Mundos Virtuales de Stanford
pusiese tanto empeño en este proyecto es el hecho de que los usuarios
normales son incapaces de crear objetos tridimensionales. Para ello, hay que
ser prácticamente un escultor. Para Koltun, este hecho es un auténtico
lastre a la hora de que los mundos virtuales se extiendan, ya que uno de los
aspectos que aporta realismo es, precisamente, el que los usuarios se muevan
en un espacio en tres dimensiones.

Sin duda, la falta de herramientas adecuadas para crear objetos
tridimensionales es un cuello de botella para generar espacios virtuales.
Incluso las herramientas creadas originalmente para usuarios normales, sin
grandes conocimientos, resultan complicadas. Por ejemplo, la herramienta que
usan los residentes de Second Life no es muy difícil de usar para los
expertos, pero para los primerizos pueda llegar a ser una losa.

Crear cosas en Second Life requiere paciencia, tiempo y algunos
conocimientos técnicos. Generar mobiliario, objetos, edificios o ropa queda
limitado a un relativamente pequeño grupo de personas que poseen dichos
conocimientos.

Cuando llegue el día en que cualquiera pueda diseñar objetos cotidianos, el
entorno tridimensional de los mundos virtuales cobrará vida y se convertirá
en otro espacio en el que los seres humanos puedan interactuar: educación,
negocios, formación, intercambio de intereses y, por supuesto, flirtear.
Este es, por lo menos, el horizonte en el que se mueve este grupo de
informáticos de Stanford.

miércoles 09 Enero 2008

Raúl Morales

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