28 enero 2008

Una nueva vida para los vinilos, las cintas de VHS y los casetes de audio

La PC puede ser una herramienta eficaz para digitalizar los recuerdos almacenados en formatos analógicos, como videos caseros o música que no se editó en compact disc

Lunes 28 de enero de 2008 | Publicado en la Edición impresa 

Noticias de Tecnología:

 

Varios lectores nos consultaron sobre cómo preservar grabaciones caseras en cintas VHS, casetes de audio y discos de vinilo. Aquí, una guía para lograrlo.

En el caso del audio, la tarea es relativamente sencilla. Primero debemos conectar el equipo de música con la casetera o la bandeja tocadiscos a la PC. Usaremos la salida de audio de los parlantes, la de los auriculares o una salida secundaria (también conocida como Line Out ) para llegar a la entrada de línea de la computadora ( Line In ). Es un conector celeste, y está presente en todas las placas de audio modernas. La PC también tiene otro enchufe rosa, para el micrófono, pero está preparado para registrar señales más débiles y no ofrece el mismo rango de sensibilidad que la entrada de línea convencional.

El cable necesario para unir el equipo de música con la PC deberá tener, en una punta, un conector macho de 3,5 mm (también conocido como miniplug), que irá en la computadora; en la otra, un conector similar, o dos enchufes RCA (uno blanco y uno rojo) según corresponda. Se consigue en cualquier casa de audio y no es caro.

Después bastará con poner Play en la casetera, o hacer girar el disco, y comenzar la grabación en la PC. El registro se hace en tiempo real: si el vinilo tiene una hora de música, ése será el tiempo que nos tomará transferirla a la PC. La aplicación gratis por excelencia para esta tarea es el Audacity ( audacity.sf.net ), aunque también se puede usar el WavePad ( www.nch.com.au/wavepad/ , se descarga una versión comercial; si no se adquiere en 14 días, se transforma en la versión freeware, con algunas herramientas deshabilitadas) o Wavosaur ( www.wavosaur.com , gratis).

Lo ideal es grabar el audio con la mejor calidad posible (por ejemplo, en WAV de 44,1 KHz y 16 bits de muestreo, la calidad del CD de audio). Siempre hay tiempo después para transformar esa grabación en un archivo MP3. Hay que recordar que en ese caso habrá una pérdida de calidad; según la fidelidad del original, puede notarse si se codifica a menos de 160 Kbps. Para no perder ni un bit de información se puede recurrir a FLAC o WMA sin pérdida, formatos que no resignan información (es como si se zipeara el WAV), pero dan como resultado un archivo mucho mayor. En el caso del WAV en calidad CD, una hora de grabación ocupará unos 650 MB de datos. Para convertir el audio a otro formato están los freeware dBpoweramp ( www.dbpoweramp.com , gratis para todos los formatos menos el MP3), WinLAME ( winlame.sf.net ) o los editores de audio mencionados.

Una vez que tenemos el audio, si lo queremos pasar a un CD de música podemos usar el software de grabación que vino con la quemadora de la PC, o una aplicación gratis como DeepBurner ( www.deepburner.com , también hay una versión paga) o CDBurner XP ( http://cdburnerxp.se ). Para que la compactera individualice luego las pistas habrá que dividir el audio original en varios archivos.

Hay equipos que automatizan este proceso, como el Sanyo MCD-760EN ($ 459,99), que digitaliza el audio de un casete y lo graba como MP3 en una llave USB o en una tarjeta de memoria. También hay bandejas USB para vinilos, como las que fabrica Ion-audio ( www.ion-audio.com ), que ofrece una doble casetera USB. Lamentablemente no tiene representación en el país.

De la cinta al disco

En el caso de los VHS, transformar las grabaciones caseras en un registro digital es un poco más complejo. O al menos, más oneroso, porque requiere de más equipamiento.

A grandes rasgos, el proceso es similar al del audio: hay que conectar el videorreproductor a la PC y transferir la información. Para esto, sin embargo, se requiere un dispositivo que no es estándar, como la placa de sonido. Además, hay una complicación adicional, las normas de TV. Para que la transferencia se haga correctamente, el dispositivo que va a registrar el video debe ser de la misma norma que el que reproduce el video original; es decir, ambos deben ser PAL-N o NTSC (o ser binorma). De lo contrario, el video se verá en blanco y negro.

Ofrece una alternativa la capturadora de video, del estilo de las que fabrica Dazzle, un dispositivo que tiene tres entradas RCA estándar (amarilla para el video, roja y blanca para el audio estéreo) y un conector USB; el equipo se encarga de digitalizar la señal analógica que le provee el reproductor de VHS, e incluye un software de edición. El Dazzle DVD Recorder tiene un precio local de US$ 84; el Dazzle Video Creator Platinum, US$ 155 (ofrece más opciones de registro y diversos formatos de video, entre otras cosas).

Muchas sintonizadoras de TV para PC permiten grabar la señal que muestran en pantalla; aquí habrá que usar el cable coaxil que normalmente conecta el reproductor de VHS con el televisor, para suministrarle la señal a la sintonizadora. Así funcionan la Encore ENUTV (US$ 55; se conecta al puerto USB), Dazzle TV (US$ 62; se conecta a una ranura PCI) y Kworld Global TV Terminator ($ 115; para ranura PCI), entre otras. Si la sintonizadora no ofrece software de grabación se puede probar con la aplicación gratis Stoik Capturer ( www.stoik.com/products/Capturer/ ).

Las videograbadoras digitales también pueden servir: si se tiene una filmadora que graba en MiniDV o DVD mini, y cuenta con una entrada de video, se pueden conectar ambos dispositivos y digitalizar el original.

Bastará, como en el caso del audio, con apretar Play en la reproductora de VHS y Rec (o Grabar) en la filmadora digital. El video resultante se puede pasar a la PC a la manera tradicional; es decir, por un puerto FireWire, usando el software provisto por el fabricante de la cámara para capturar ese video. Si no se cuenta con uno, se puede probar con el antes mencionado Stoik o con el Exsate DV Capture Live ( www.exsate.com/products/dvcapture/ , gratis).

Para editar el video, emprolijarlo y prepararlo para ser pasado a un DVD hay varias aplicaciones freeware disponibles en la Red. Entre los editores están el clásico VirtualDub ( www.virtualdub.org ) y el multiplataforma Avidemux ( avidemux.sf.net ), que permitirán eliminar partes, unir fragmentos, etcétera. Si el destino final del video será un DVD, hay que codificarlo como MPEG2; si no, se puede optar por otro formato, como DivX. La aplicación Super ( www.erightsoft.com/SUPER.html ) es capaz de convertir video entre varios formatos.

Para generar la estructura de archivos necesaria para grabar un DVD se puede recurrir a DVD Flick ( www.dvdflick.net ), Video DVD Maker ( www.videodvdmaker.com ) o DVDBuilder ( www.keronsoft.com/dvdbuilder.html ). También será necesaria, por supuesto, una grabadora de DVD (US$ 45 aproximadamente).

Una última posibilidad es apelar a una grabadora de DVD independiente; es decir, de las que se conectan en forma directa al televisor. Incluyen una entrada de video analógico al que conectar el reproductor de VHS. Basta con poner a reproducir la cinta vieja y activar la grabación en el DVD. Aunque hasta hace unos meses en el mercado local había una mayor oferta de productos, hoy sólo se consigue el Sony RDR-GX350 ($ 999) y el Philips DVDR3455HDISK ($ 1599), que también tiene un disco rígido de 160 GB para almacenar los videos y proteger las cintas de VHS del deterioro que trae el paso del tiempo.

Ricardo Sametband

Fuente: CompuMar, Compumundo, ComputerShopping, Fràvega, Garbarino, Musimundo, y los fabricantes

 

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